Ángel Lorenzo, bombero forestal, transforma su conocimiento técnico en una aventura educativa y personal, recorriendo áreas afectadas por el fuego y reflexionando sobre la importancia de la conexión entre el territorio y el aprendizaje práctico.
1. Introducción: Cuando el aprendizaje se convierte en aventura
A veces, las mejores experiencias nacen sin planearlas. Lo que comenzó como una idea formativa sobre incendios forestales en Portugal acabó convirtiéndose en una expedición de resistencia, autosuficiencia y conocimiento.
Durante cuatro días en agosto de 2024, recorrí en bicicleta los paisajes marcados por el fuego en la región del Algarve y el sur de Beja. Sin saberlo, me convertí en un randonneur, un ciclista de ultradistancia que busca desafiarse a sí mismo mientras explora el mundo.
2. Origen de la idea: El fuego, la formación y el viaje
Mi profesión como bombero forestal me ha enseñado que la mejor forma de aprender es haciendo. Mientras realizaba un curso con The Emergency Program, donde analizábamos la evolución de grandes incendios en Portugal, se me ocurrió una propuesta: ¿porqué no convertir estos lugares en checkpoints formativos?
Cargué tracks de incendios pasados, estudié los perímetros quemados y decidí recorrerlos en el medio más eficiente y económico posible: la bicicleta. Aprender desde la experiencia, conectar el conocimiento con el territorio y convertir la información en algo memorable.
3. La máquina: Un caballo de acero de otra época.
Para esta aventura, rescaté mi antigua bicicleta de ruta, una BH de acero de finales de los 80 o principios de los 90, con frenos de herradura y tres platos. Un caballo de batalla modesto, al que le di una segunda vida con un cassette de 10 velocidades, un cambio nuevo y un extensor en la patilla.
Todo pintaba bien hasta que, en los primeros kilómetros el desviador delantero quedó anulado, obligándome a cambiar de plato a mano, como en los tiempos más primitivos del ciclismo.
Los frenos eran horribles y pronto descubrí que la ruta que había planeado no solo era exigente, sino brutal.
4. La ruta: Subidas interminables y calor extremo
El primer día me enfrenté a menos de 50 km, pero con un desnivel acumulado superior a 3.000 metros. Fue una jornada durísima. Las carreteras y pistas de montaña me recordaron por qué el fuego avanza de manera tan agresiva en estos territorios: pendientes pronunciadas, valles cerrados y vegetación acumulada en zonas donde el acceso es prácticamente imposible para los equipos de extinción.
Las temperaturas rondaban los 38 grados, el viento soplaba caprichoso y la autosuficiencia se volvió un reto constante. Cada fuente, cada sombra y cada decisión contaban.
5. Aprender sobre incendios… pedaleando
Lo interesante de esta travesía fue la conexión entre el esfuerzo físico y el aprendizaje técnico. Cuando llegaba a un punto de referencia de un incendio, no solo veía un paisaje quemado, sino que entendía su historia: cómo el fuego había avanzado, qué estrategias se habían utilizado para contenerlo y qué habría cambiado si la meteorología hubiera sido distinta.
Es fácil hablar de incendios desde una sala de formación, pero recorrerlos en bicicleta, enfrentando el terreno y las condiciones extremas, te da una perspectiva completamente diferente.
6. 1.500 reproducciones: Orgulloso de contar esta historia
Una vez que subí el vídeo con mi experiencia, llegó a 1.500 reproducciones. Puede parecer poco en un mundo donde los números importan más que los mensajes, pero para alguien que cuenta una historia quizás demasiado de “bicho”, me parece una cifra enorme. Me siento orgulloso de haber compartido esta experiencia y, sobre todo, de que haya llegado a tanta gente.
7. Próximo objetivo: Cabo de San Vicente – Lisboa
Este es solo el comienzo. El Episodio 2 está en camino y partirá desde Cabo de San Vicente, recorriendo Portugal hacia Lisboa, evitando carreteras en la medida de lo posible y buscando pistas, caminos forestales y rutas donde, si es necesario, cargar la bici al hombro. La ruta ya está diseñada y lista para ser compartida.
8. La bicicleta como herramienta de aprendizaje y turismo
Más allá de la parte formativa para profesionales del fuego, quiero demostrar con estos vídeos que la bicicleta es una herramienta increíble para viajar, para descubrir, para conocerse a uno mismo y para vivir experiencias únicas.
Además, Portugal es un destino privilegiado para ello. Su sistema ferroviario permite moverse con la bicicleta de manera sencilla, con espacios habilitados en todos los trenes, precios ajustados y horarios accesibles. Es posible vivir una gran aventura sin depender de un vehículo privado.
9. Invitación a la comunidad
Animo a cualquiera que haya leído estas líneas a ver el documental, a comentar, a compartir y, si le resuena la experiencia, a probarlo por sí mismo. Los tracks están publicados y listos para quien quiera reproducir la ruta.
Ojalá estas historias sirvan para que más personas se animen a explorar, a aprender y a entender el mundo desde otra perspectiva. Porque, al final, lo importante no es solo el destino, sino el camino y lo que aprendemos en él. ¡Nos vemos en el próximo episodio!