BASQUE DIVIDE
Mikel Bringas cuenta cómo se inspiró en la Great Divide Mountain Bike Route (GDMBR) para crear la Basque Divide (BD). La BD busca no solo disfrutar del ciclismo, sino también reflexionar sobre las fronteras y la historia cultural del País Vasco.
Desde joven viajo en bici y una de las rutas más bellas que he recorrido es la Great Divide Mountain Bike Route (GDMBR). Se presenta como la ruta ciclista fuera de asfalto más larga del mundo. A lo largo de sus 4.339 km asciende 45.618 m de desnivel positivo (¡siete veces el Everest!), por todo tipo de pistas y caminos. En todas esas horas de pedaleo hay mucho tiempo para pensar y crear nuevas ideas. En mi caso fue el origen de la ruta que presento: la Basque Divide (BD).
Conforme avanzaba por la GDMBR me decían mi familia y amigos. “¡Menuda ruta dura que estás haciendo!”. Mi ego se desvaneció al llegar a la frontera con México. Allí encontré familias con niños muy pequeños, personas discapacitadas, ancianos, embarazadas, que habían recorrido muchos más kilómetros que yo, y no precisamente en una cómoda bicicleta, jugándose la vida en muchos casos. En ese momento la mayoría venían desde Venezuela, con la esperanza de rehacer su vida.
En mi última etapa avancé paralelo a la frontera dirigiéndome al aeropuerto de El Paso, desde donde volé relajadamente hasta casa, cruzando fronteras simplemente sellando mi pasaporte. En esa última etapa recorrí 125 km con duro viento en contra, con un paisaje desértico al norte y la presencia de un muro al sur. El viento dificultaba el avance de mis vacaciones, el muro impedía el paso de miles de personas que intentaban sobrevivir.
La GDMBR toma como referencia una divisoria de agua; la Basque Divide (BD) alude a una divisoria de cultura. Los Pirineos son un accidente geográfico que ha contribuido en la división político-administrativa de la cultura que históricamente se ubicó entre los ríos Ebro y Garona.
Decía John Lenon en su bella canción:
Imagine there’s no countries
It isn’t hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion, too
Religiones y fronteras han sido fuente de innumerables conflictos a lo largo de la historia. La BD es una propuesta para disfrutar del ciclismo y de paso incitar a la reflexión sobre las fronteras. Miremos hacia atrás y repasemos rápidamente qué ha ocurrido en el territorio vasco.
Se data en el siglo IV la primera mención de Vasconia; los romanos nos cuentan la existencia de las tribus de los vascones que compartían una misma lengua a ambos lados del Pirineo. Sin embargo, recientemente se ha encontrado un hallazgo de gran valor: la mano de Irulegi. Se trata de una lámina de bronce con forma de mano derecha extendida, que dispone de una escritura en su dorso. Es una pieza arqueológica aparecida en un yacimiento de la Edad del Hierro, siglo I a. C., que supone el primer documento escrito en lengua vascónica y además expresado en un signario que es también vascónico, no latino.
Los vascones fueron romanizados y adoptaron el cristianismo, siendo su idioma el principal elemento diferenciador que mantuvieron ante la amenaza de los pueblos invasores. Una de las batallas más recordadas es la de Roncesvalles (siglo VIII ó IX según la fuente), en la que los vascos hicieron frente a los francos, derrotando al ejército de Carlomagno dirigido por Roldán. Pasarás por Roncesvalles en la BD.
Los vascos sobrevivieron al “bocata” de los francos por el norte y musulmanes por el sur, constituyéndose en el siglo IX el Reino de Pamplona. Algunas teorías defienden la existencia de un ducado de Vasconia, a ambos lados del Pirineo, anterior al Reino de Pamplona. Este posteriormente derivó en el Reino de Navarra, que creció hasta que el Reino de Castilla y el de Aragón limitaron su territorio y finalmente lo conquistaron por completo.
Los vascos que dependían de la monarquía española disponían de un alto nivel de autogobierno por medio de sus fueros. Los fueros de los vascos fueron respetados incluso con la llegada de los Borbones al trono español, como agradecimiento por su apoyo en la guerra de secesión frente a los austriacos.
Al norte de la frontera, ya al fin del siglo XVIII, la revolución francesa y su concepto de igualdad hacen que los vascos tengan que regirse como el resto de franceses, perdiendo su autonomía. En el sur las Guerras Carlistas trajeron la pérdida de los fueros de los vascos. Más adelante el sentimiento nacionalista vasco se desarrolló con la fundación de instituciones políticas y deseo de independencia. La I Guerra Mundial y las dictaduras de Primo de Rivera y posteriormente Franco frenaron al nacionalismo vasco. A mediados del siglo XX surgió ETA que mantuvo una lucha armada durante varias décadas.
Y llegamos al siglo XXI, con un mundo globalizado en el que parece que todos tenemos que comportarnos igual. Sin embargo, los vascos, al igual que otros muchos pueblos, sentimos que tenemos nuestras propias características identificativas. Cada cual lo vive de una manera distinta, pero en mi caso el sentimiento de pertenencia al grupo se desarrolló a partir de dos motivos: lengua (euskera) y deporte (pelota vasca).
Si bien cada pueblo puede vivir realidades diferentes, si analizamos los principales problemas para los vascos, creo que son los mismos que para el resto. Estos son algunos de los retos que se destacan a nivel internacional y que creo que a nosotros también nos afectan: cambio climático, migración, armas nucleares-guerras, consecuencias de la inteligencia artificial, problemas éticos de la biotecnología, pandemias e inactividad física.
Todos de ámbito mundial y de difícil solución con el sistema político-administrativo actual basado en países. ¿Y cómo tendríamos que organizarlo? No lo sé, pero en mi opinión las fronteras no creo que ayuden. Imagino un mundo organizado en tres niveles de gobierno:
Mundial: defensor por igual de los derechos de todas las personas y protector del planeta.
Cultural: destinado a preservar las diferentes culturas como riqueza propia de la humanidad.
Local: con gran poder ejecutivo y capacidad de implementar las medidas acordadas por el gobierno mundial y los gobiernos culturales.
Llegados a este punto la mayoría pensaréis que me patina la mandarina y soy un soñador. Quizás, pero siempre nos quedará recurrir a la canción:
You may say I’m a dreamer
But I’m not the only one
I hope someday you’ll join us
And the world will be as one
El trazado de The Great Divide fue diseñado con la condición de no alejarse de la divisoria más de 50 millas. En el caso de la BD, me propuse no alejarme de la frontera más de 15 km y lo cumplí.
La GDMBR y la BD tienen inicio y fin en dos lugares que guardan similitudes en su simbolismo.
LA GDMBR se inicia en Banff, Alberta, Canadá. Allí se sitúa el Parque Nacional Banff, el parque nacional más antiguo de Canadá, establecido en las Montañas Rocosas en 1885. Forma parte del conjunto natural denominado Parques de las Montañas Rocosas Canadienses, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984. Sin duda un bien a preservar.
La GDMBR finaliza en Antelope Wells, Nuevo México, en la frontera entre Estados Unidos y México. La frontera entre Estados Unidos de América y los Estados Unidos Mexicanos tiene el mayor número de “cruces ilegales” del mundo, lo que supone cada año la muerte de un promedio de 250 migrantes. Sin duda, un problema a resolver.
Por su parte, la BD se inicia en la Piedra de San Martín, donde cada año, el 13 de julio se celebra el Tributo de las Tres Vacas, una ceremonia que reúne a los vecinos de los valles de Baretous (Bearne) y de Roncal (Navarra), durante la cual los primeros entregan tres vacas a los segundos. Está considerado el tratado en vigor más antiguo de Europa que data de 1375, al parecer, para pacificar las disputas entre pastores roncaleses y baretoneses por el disfrute de los pastos y del agua por parte de sus rebaños.“Pax Avant, Pax Avant, Pax Avant” son las palabras rituales (paz de aquí en adelante). Cada año se renueva la ceremonia del compromiso: los baretoneses pagan tres vacas de dos años a los roncaleses, y disfrutan de los pastos y del agua desde el 10 de julio, durante 28 días. En 2011 el Gobierno de Navarra lo declaró Bien de Interés Cultural Inmaterial. Sin duda un bien a preservar.
La frontera vasca de los Pirineos históricamente fue un punto divisorio de una cultura. Hoy en día sigue siendo una divisoria cultural, pero principalmente entre África y Europa. El final de la BD se sitúa en el puente Avenida, un lugar que ha sido vergüenza de toda Europa y de los valores que dice defender. Se trata de un espacio de paso peatonal que Francia mantuvo cerrado con vallas casi tres años, periodo en el que diez migrantes fallecieron junto al Bidasoa al intentar cruzar la frontera. El puente se abrió tras la entrega de miles de firmas al gobierno francés reclamando su apertura. Sin embargo, los controles policiales en la frontera se mantienen. Sin duda, un problema a resolver.
La salida del Tour de France desde el País Vasco permitió abrir el puente de la vergüenza durante 12 horas. Si el ciclismo abrió esa frontera, la ruta en bici BD se suma a la demanda popular reclamando la desaparición de los controles fronterizos.
Respecto a la ruta en sí, prácticamente toda es ciclable, excepto dos pequeños tramos que no sumarán más de unos centenares de metros. El primer tramo es tras un puente que se cruza en Irati, en el que en una dura subida tendremos que poner pie a tierra unos pocos metros. La segunda ocasión será al bajar del collado de Elorrieta hacia el Baztan. En función de tu habilidad ciclista, de lo mojado que esté el terreno y del estado de la vegetación que rodea al camino, probablemente tengas que caminar cuesta abajo en alguna ocasión. Aunque su dificultad técnica no es elevada, la BD no me parece una ruta apropiada para ser realizada en familia, arrastrando carritos o similar. En tres cuartos de la misma el suelo está pavimentado, con lo que será fácil avanzar en la mayoría del terreno prácticamente con cualquier bici.
Quizás el tramo que puede hacerse más complejo es la bajada de 8 km a Irati, pues encontraremos bastante piedra suelta que requerirá mantener la atención en el descenso. Una bici de montaña será tu mejor aliada en esos tramos, pero con una gravel con neumático generoso avanzarás con comodidad casi toda la ruta.
Las zonas más altas de la ruta suelen estar nevadas en invierno, por lo que es una estación a evitar. Desde mayo hasta octubre sería el mejor momento para recorrerla, y si buscas tranquilidad evita julio y agosto.
Disfruta del pedaleo y de tu libertad para cruzar fronteras. ¿No debería ser un derecho universal?
