Omar nos cuenta su experiencia bikepacking por el Camí dels Assagadors, una ruta de 700 km entre Gandía y Sagunto. . Desde la costa mediterránea hasta las montañas del interior, esta experiencia refleja la esencia del ciclismo sin prisas, disfrutando del espíritu de la autosuficiencia y la exploración.

Unos días libres inesperados en el trabajo ponen la maquinaria a funcionar, Wikiloc y Komoot echan humo. Siendo febrero, la vista estaba puesta hacia el sur o el levante para huir del frío de la meseta.

Tras un par de días de búsqueda, la ruta a seguir ya parece clara, los días que tengo me cuadran, el tiempo es bastante bueno para la fecha (contad que soy de León y por aquí el frío aprieta de narices) y además es una ruta 100% fiable y con bastante información para prepararme las etapas, así que la decisión está tomada.

El Camí dels Assagadors se presenta como una idea perfecta para unos días de bikepacking.

Furgoneta rumbo a Sagunto, 7 horas de viaje con parada imprescindible en Teruel de cara a coger las últimas provisiones en la tienda de Surya 😉

Por delante 9 días de pedaleo para hacer unos 700 kilómetros aproximadamente. Los chicos de Rodera proponen empezar la ruta en Gandía, terminarla en Sagunto y moverse de un sitio a otro en tren de cercanías.

Yo calculo que tengo el tiempo suficiente para unir estos dos puntos también a pedal, además será una primer etapa perfecta para calentar las piernas, pedalear con 20 grados al lado de la costa fue muy agradable. Para dormir busqué irme hacia el interior, vivaqueando en el precioso Plà del Barber.

Una vez que empiezas la ruta “oficial” vienen las cuestas, primero remontando el río Serpis por su espectacular Vía Verde, con tramos encañonados muy bonitos.

Abandonar Beniarrés fue una tarea dura, rampones del 15%, menos mal que eran hormigonados y la imponente cima del Benicadell te mantenía siempre distraído. La segunda noche la pasé en un modesto refugio cerca de la Cava Pedrera.

Empezar cuesta abajo la etapa parece bonito, pero el fresquito de las mañanas deja el cuerpo siempre destemplado, menos mal que el Colacao que me tomé en Bocairent estaba bien caliente. Tocaba ahora subir y seguir en dirección a los pueblos de Fontanars dels Alforins y la Font de la Figuera. En esta zona empiezan a abundar los almendros, que luego me acompañarían en buena parte de la ruta. En esta época del año estaban en floración y sus hojas son preciosas.

La Fuente Huesca fue un lugar excepcional para la noche, ya que además de un punto de agua, tiene un amplio refugio donde dormir.

El cuarto día se presentaba bastante duro, el principio con buenas cuestas salvando los desniveles provocados por la erosión de dos ríos, Grande primero y Fraile después. Este último lo sigo durante unos cuantos kilómetros por una pista muy bonita, encañonada y con pozas bastante chulas.

Bicorp fue un punto muy importante, ya que desde aquí al siguiente punto donde poder recargar agua hay más de 50 kilómetros. Por el camino, una noche en el refugio de la Casa del Empalme, lo que significa cargar con mucha agua durante la durísima subida hacia la zona del tajo Cortés. Pero como todo en la vida, va pasando y lo mejor del bikepacking es precisamente esto, poder tomártelo todo con la calma necesaria, no mirar el crono, disfrutar de cada curva, de cada subida, etc.

El quinto día empecé a ver los estragos que la Dana había hecho en el territorio, estremece llegar a sitios donde lo que antes era un pequeño arroyo, ahora ocupa mucho más terreno. Ir por un carretera y de repente llegar a un puente que ya no existe te hace ver la salvajada de agua que tuvo que pasar por allí aquellos días.

Por suerte para mí, cambiando algún que otro tramo y empujando alguna que otra vez la bici, pude salvar todos esos obstáculos y seguir con mi Camí, que este quinto día me llevaría hasta el precioso paraje de la fuente Vallesa, donde el pequeño techo de una zona de barbacoas me dejarán hacer un decente vivac.

El sexto día me acerco a la Sierra de Chiva por una preciosa pista, muy aérea y con unas vistas de vértigo. El pequeño supermercado de Chera me da una gran alegría, es domingo y está abierto, qué maravilla.

Si pedalear Valencia era poco, hoy la etapa me hace entrar en la provincia de Cuenca, visitar la laguna de Tarayuelas y dormir en el bonito paraje del mirador de la Olla.

Ya voy a por el séptimo día de ruta y los primeros kilómetros son siempre muy duros, la espalda se resiente de tanta esterilla y las piernas parecen pedir clemencia. Todos los días he estado haciendo entre 75 y 90 kilómetros, rondando y superando los 2000 positivos, siempre tirando de una bicicleta cargada con todo el equipo para ser los más autosuficiente que se pueda. Esto te da momentos de paz mágicos perdido en la montaña, pero también te hace sufrir de lo lindo en cada subida.
Consulto Google Maps y me lanzo a por un pequeño atajo por carretera este día, en kilómetros y desnivel no se nota mucho, pero uno los pueblos de Aras de los Olmos, la Yesa y. Abejuela con bastante rapidez.

Si antes decía que había pasado por Cuenca, ahora sumamos Teruel a la ecuación. Como dicen los chicos de Rodera, notarás ese olor a Montañas Vacías en el paisaje casi desde el primero momento. Si alguien ha pedaleado cerca de Javalambre, se hará una idea de a lo que me estoy refiriendo

Un bonito refugio al lado de la Ermita de Santa Margarita en Andilla me hará pasar una noche reparadora después del día más largo de todos.

Para los dos últimos días, ya solo me quedan 100 kilómetros, pero aprovechando el tiempo al máximo, decido partirlos en dos cómodas etapas, total, esto es ciclismo sin prisa y no me va a adelantar nadie por despertarme un poco más tarde o por parar más tiempo en el bar a la hora del almuerzo 😃

Y aunque esto no haya tenido nada que ver con una competición, pedalear unos pocos kilómetros por la vía de Ojos Negros a mí me ha sabido a victoria de Tour, porque el viaje ha sido precioso y acabarlo siempre da ese punto épico que tanto nos gusta.

Por último, dar las gracias a los chicos que están detrás de Rodera.cc porque se han currado un recorrido precioso y además a través de Instagram y correo electrónico me han resuelto un montón de dudas, así que no os lo penséis dos veces y lanzaos sin ninguna duda a pedalear el Camí del Assagador.

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